Las Administraciones Públicas españolas ingresan mucho menos que la mayoría de países europeos. Tendrían que cosechar una cantidad equivalente a casi seis puntos más del PIB para asimilarse a la media europea. La mayor diferencia se produce en el IRPF. España cosecha dos puntos de PIB menos que los países de nuestro entorno por este impuesto. La alta tasa de paro en España es el gran responsable de esta brecha, pero los expertos también achacan esta diferencia a la gran cantidad de exenciones, deducciones y bonificaciones fiscales. Algo parecido ocurre en el IVA, donde la recaudación española es medio punto del PIB inferior a la media. En ambos tributos hay grandes bolsas de fraude.